En los últimos días, los medios han inundado las redes sociales con miles de noticias que anuncian la llegada de aires de violencia, con atentados terroristas, desórdenes públicos, dictadores acorralados, líderes sociales silenciados, casos de violencia intrafamiliar, declaraciones de guerra, incremento a los impuestos, narcotráfico, corrupción, robos, guerrillas, impunidad, mafia, y podríamos nombrar consecutivamente cientos de temas amarillistas que hacen rentable el negocio de la guerra. Pero por qué continuar por un camino que nos aburre, que nos mata, que nos limita los sueños y las ganas de crear; que nos recorta las ideas y las ganas de vivir en paz; que nos anula la existencia y desvaloriza el amor por el mundo en el que vivimos.
Seguimos matándonos unos a otros, pisoteando al vecino por no pensar igual que nosotros, seguimos nominados como autores de la guerra.
¡Basta ya! de tantos atentados contra la vida y empecemos a reemplazar las bombas por solicitudes de amistad en Facebook; las dictaduras oportunistas por lluvias de ideas que aporten el bien común a un país; las balas por “me gustas” en Instagram, las guerrillas por duplas creativas que cambien el mundo positivamente; las amenazas a líderes por un Brand manifesto a mi país; las minas antipersonas por cupones de descuento; los carros bomba por un tweet de perdón a mi enemigo; los cabecillas de grupos armados por directores de arte que nos enseñen trucos en Photoshop, las tropas armadas por ejecutivos de cuenta que organicen las necesidades de un mundo que necesita una mejora positiva ahora mismo.
El cambio no debe ser postergado; porque cuando entendamos que vale la pena hacer las cosas bien para vivir en paz, no habrá titular que tizne con guerra el futuro del planeta.
ENERO 31, 2019