Nos conocimos en el colegio y reconocimos nuestras habilidades básicas: Memo dibujaba, yo escribía, así de simple. Compartimos el gusto por la publicidad y eso nos llevó a estudiar en la misma universidad. Memo regresó a Bucaramanga y yo me quedé en Bogotá. Por muchos años cultivamos aisladamente nuestra experiencia profesional, pero la compartíamos cada período de vacaciones reunidos en interminables y alicoradas tertulias.
Una noche, en el clásico Gato Pardo del Parque de las Palmas, firmamos un acuerdo verbal y brindamos por la futura creación de nuestra propia agencia de publicidad, con el compromiso de convertirla en la más grande y reconocida del oriente colombiano.
Hoy parecen pocos los años que pasaron entre la formalización de nuestra sociedad y la proximidad a conmemorar los primeros 20 años de funcionamiento de la agencia. Nuestras vidas personales han evolucionado y nuestros roles profesionales se han enfocado cada vez más proyectando un mañana más que prometedor.
No conocemos otra agencia en la región que haya sido tan efectiva compitiendo con las mejores agencias independientes del país, Latinoamérica y el mundo, al punto de acumular hoy más de 30 reconocimientos en festivales de creatividad, estrategia y efectividad publicitaria. Tampoco otra que en el oriente colombiano cuente con un equipo superior a los 30 profesionales que hoy trabajamos en PVS.
Aparentemente nuestras metas iniciales se han cumplido, así que llega el momento de imponernos nuevos retos, nuevas metas y nuevos sueños para los siguientes 20 años.
¡Salud Memo! Vamos por más años juntos escribiendo mejores historias, sumando voluntades a este emprendimiento y haciendo realidad nuestro compromiso diario de pensar bien, para hacer mejor.